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El informe concluye que la evolución a medio plazo de los mercados de materias primas dependerá en gran medida de la duración de la guerra en Ucrania y la gravedad de las interrupciones en los flujos de materias primas; influirá también el grado de traslado de los costes de producción a precios finales, alargando en el tiempo una inflación estructural elevada; la intensidad de la desaceleración del crecimiento económico mundial durante la segunda mitad de 2022 y en 2023, como consecuencia de la inflación -que reduce el poder adquisitivo de los consumidores- y de las medidas dispuestas para atajarla, especialmente los aumentos de los tipos de interés, y por último de la evolución de la economía china, cuya elevada demanda de materias primas influye notablemente en los precios en los mercados internacionales, si bien las medidas puestas en marcha por los países desarrollados pueden aliviar un poco el impacto inmediato de los aumentos de precios, pero no reducen de forma significativa la presión sobre los costes de producción ni reducen la incertidumbre a corto y medio plazo sobre el suministro de insumos.
Según el informe, a largo plazo será necesario fomentar mejoras en la eficiencia energética, facilitar la inversión en nuevas fuentes de energía sin emisiones de carbono y promover una producción más eficiente, tanto de alimentos como de productos industriales.
El estudio incluye un análisis de costes y precios internacionales, perspectivas de evolución, análisis de costes y precios energéticos y de materias primas naturales, así como precios internacionales de transporte marítimo.
